Con más de 8000 visitas anuales, los Fiordos Leoneses son un destino de referencia en el sector ecoturístico de León. Este paisaje natural junto al embalse de Riaño es el epicentro de una intensa actividad de trekking, turismo fluvial y deportes al aire libre. Un marco privilegiado que nada tiene que envidiar a otros (y auténticos) fiordos europeos.
Las experiencias de senderismo y paseo en barco por los Fiordos Leoneses son una invitación sincera a la aventura. Aunque esta confluencia de valles anegados y montañas escarpadas pueda pasar por un fiordo mediterráneo, en realidad se formó después de la construcción del embalse en 1887, cuando municipios enteros como Riaño, Anciles, Vegacernega o Pedrosa del Rey desaparecieron bajo sus aguas.
Un paisaje incomparable: así son los cruceros y rutas de ‘trekking’ por los Fiordos Leoneses
Crucero fluvial por Riaño
¡Como si estuvieras en Sognefjord! La perspectiva de hacer un crucero por los Fiordos Leoneses seduce a no pocos viajeros que eligen la naturaleza leonesa para pasar sus vacaciones. Un paseo fluvial por el embalse de Riaño permite explorar estos paisajes desde un punto de vista privilegiado. Es un espectáculo para la vista contemplar sus hayedos y robledales, sus desfiladeros de caliza o una fauna indómita donde el buitre leonado, el bisonte europeo o el lobo ibérico son protagonistas.
Caminando entre duendes en Carande
La aventura de los Fiordos Leoneses de Riaño no finaliza al desembarcar del crucero, pues hay mucho que disfrutar en tierra firme. La Senda Mitológica de Carande es un magnífico ejemplo. Esta ruta de 5 km se desarrolla dentro del Parque Regional Montaña de Riaño, cuyo patrimonio natural se complementa con un sinfín de personajes y leyendas del folklore local que agregan una nota mística, fantástica a esta senda.
Senderismo en Hayedo de Argovejo y la Hoz de la Escalera
De todas las rutas de senderismo disponibles, la de Hayedo de Argovejo despierta especial interés. Sus 10 km aprox. de recorrido circular discurren entre bosques de haya que durante el otoño se tiñen de mil colores. En sus cercanías se ubica la Hoz de la Escalera, un cañón tallado por el río Achín durante milenios. La Canal del Queso y el Pico Cerroso son otros puntos destacados en este paseo por los Fiordos Leoneses.
Aventura en el Valle de Sajambre
A medio camino entre León y Asturias, el Valle de Sajambre alberga extensas praderas y bosques y pueblos con encanto donde la masificación turística brilla por su ausencia. Aquí encuentran su sitio algunas de las mejores rutas de senderismo en León: Pueblos de Sajambre, Senda del Arcediano, La Cotorra y Vegabaño, Vega de Huerta, etcétera.
‘Selfies’ de ensueño en el Mirador del Corazón
Fotografiarse en el Mirador del Corazón es casi una tradición al visitar los Fiordos Leoneses. Queda a pocos metros del Columpio de Riaño, una atalaya natural a 1200 metros de altitud que regala una de las panorámicas más impresionantes del territorio. En sus proximidades, la ruta del Paseo del Recuerdo o el apodado «Banco más bonito de León» justifican la visita a este punto de observación panorámica.
Naturaleza salvaje en Puebla de Lillo
La belleza paisajística también cautiva en Puebla de Lillo. Este municipio del valle del Porma es famoso por la variedad de rutas de trekking que acoge: La Cervatina, Pico Susarón, Las Biescas o Lago de Isoba, entre otras. Pero sus atractivos no terminan ahí. En su entorno descubrimos una joya ibérica, el Pinar de Lillo, considerado uno de los bosques mejor preservados de su comunidad autónoma, con más de 4000 años de historia. Dar un respiro al patrimonio «verde» de Riaño es posible en la Ermita de la Virgen de las Nieves, del siglo XVIII, o El Torreón, que se remonta a la Baja Edad Media.
Ascensión al pico Gilbo
El broche de oro a cualquier ruta por los Fiordos Leoneses es el ascenso al Cervino leonés, más conocido como Pico Gilbo. Sus casi 1700 metros de altitud se alzan entre Riaño y Horcadas y pueden intimidar a los senderistas menos experimentados. Con todo, es una travesía de dificultad media que recompensa al viajero con unas vistas de postal.