Con 214 kilómetros de costa y acantilados, la Costa Brava ofrece un entorno privilegiado para hacer senderismo. Esta zona litoral de Cataluña cuenta con infinidad de rutas y caminos que recorren localidades y rincones con historia donde la naturaleza de interior es protagonista. Y es que el senderismo en la Costa Brava es una aventura única.
Los paisajes de litoral y de montaña se suceden en las diferentes etapas del Camino de Ronda, una de las señas de identidad del trekking en la Costa Brava. Hablamos de antiguas sendas de pescadores que circulan por la línea costera de esta región. Están repletas de miradores naturales porque fueron utilizadas durante siglos para vigilar el contrabando y la piratería.
Además de itinerarios de excepción, los viajes a la Costa Brava sorprenden al público senderista por el clima apacible que predomina en este territorio de Gerona. Las temperaturas son moderadas durante la mayor parte del año y endulzan cualquier actividad al aire libre
Senderismo en Costa Brava: 5 rutas de naturaleza más espectaculares
Camí del Pirata
La Ruta de los Piratas o Camí del Pirata es un recorrido que transita por calas, bahías y otros enclaves costeros que sufrieron el asalto de piratas y contrabandistas (como el célebre Barbarroja) hasta el siglo XVIII. Su itinerario está salpicado por construcciones defensivas conocidas como «torres del moro», toda una rareza.
Además, el viajero tiene la oportunidad de explorar parques naturales como los de Cap de Creus, los Aiguamolls del Empordà o Montgrí, lo que la convierte en una de las rutas de senderismo más notables de España.
Con toda seguridad, una de esas rutas de senderismo en Costa Brava donde perderse es toda una experiencia.
De Blanes a Tossa de Mar
20 kilómetros aprox. separan los municipios de Blanes y de Tossa de Mar, con sucesivos ascensos y descensos a orillas del mar Balear que ponen a prueba al senderista más diestro. Esta ruta de Camí de Ronda se une ocasionalmente a la GR92 (Sendero del Mediterráneo) y se detiene en destinos como el poblado ibérico de Turó Rodó o el Castillo de Sant Joan, sin mencionar calas de ensueño como Punta de los Cabdells o Porto Pi.
Esta aventura de senderismo en Girona recompensa a los viajeros con la visión de Vila Vella, histórico recinto amurallado que actúa de «línea de meta».
Ruta del Ter
La Ruta del Ter sirve de puente entre la Costa Brava y los Pirineos. Los senderistas se enfrentan aquí a una odisea de 200 kilómetros de extensión, con más de 2000 metros de desnivel y una colección de comarcas y pueblos pintorescos que no dejan indiferente. Pocas excursiones por la Costa Brava son tan gratificantes como la del Ter.
Excursión al Valle de Núria
Aunque no pertenece a la Costa Brava sino al Pirineo catalán, el Valle de Núria es una parada obligada para quienes disfrutan haciendo kilómetros a pie. Su éxito reside en un patrimonio natural sin parangón, con senderos y paisajes increíbles que ascienden hasta lo alto de esta estación de montaña, de casi 3000 metros de altitud.
El itinerario conduce a los viajeros por basílicas como el Santuario de la Virgen de Nuria, un lago artificial o varios puentes de época habilitados para su tren cremallera. Su dificultad hace indispensable una ropa, equipamiento y condición física adecuadas. Elegir bien las botas de senderismo también es fundamental.
Ruta de la Piedra Seca
La Ruta de la Piedra Seca de Llançà propone un recorrido de 7 kilómetros por estas construcciones de época megalítica que jalonan la comarca del Alto Ampurdán. Se trata de una senda temática que serpentea entre viñas, olivares y otros paisajes agrestes.
Esta ruta con encanto en Girona es una oportunidad inmejorable para aprender más sobre la piedra seca, técnica constructiva en la que se superponen piedras sin conglomerante que garanticen su unión y solidez. Sin duda, un itinerario cargado de historia que puede complementarse con la visita a Cap de Creus, el casco antiguo y otros destinos interesantes en Llançà.
En definitiva, que la Costa Brava tiene bien ganada su fama entre los amantes del trekking. No hay mejor forma de descubrir las calas, miradores naturales y pueblos costeros de esta franja litoral, donde la historia ha dejado una huella tangible (Caminos de Ronda) que sigue maravillando a propios y extraños.