La Costa Brava atesora una oferta de actividades ecoturísticas de primer orden. Ya sea a pie, en kayak o en bicicleta, este mágico territorio entre Blanes y Portbou esconde una aventura única para cada viajero.
Las excursiones por la Costa Brava se desarrollan en escenarios de naturaleza salvaje. Buenos ejemplos son la vía verde del Tren Petit, el pueblo marinero de Cadaqués, los bosques del río Ter o el repertorio de calas de las Islas Formigues.
En este post, repasaremos estas y otras experiencias de turismo activo en esta franja litoral. ¡Prepara las maletas, que la Costa Brava te llama!
De Cadaqués a las Islas Formigues: 6 excursiones únicas por la Costa Brava
Senderismo en Cadaqués
Con sus paisajes costeros y el azul intenso del Mediterráneo, Cadaqués tiene bien ganada su fama de paraíso de sol y mar. Pero este municipio del Alto Ampurdán esconde numerosos caminos —los famosos Camí de Ronda— que invitan a distanciarse de la masificación y a disfrutar del senderismo en plena naturaleza.
Para cualquier senderista, Cadaqués es un enclave destacado en las rutas por la Costa Brava, con itinerarios para todos los gustos que hacen parada en el Cabo de Creus, la Punta de Cala Nans o la playa de Sant Lluís. Por ello, este pueblo de pescadores nunca falta en las excursiones a Costa Brava y Valle de Núria.
Paseo por el río Ter
Para conectar con la naturaleza, otra de las mejores actividades de aventura en la Costa Brava sigue el curso del Ter, un río caudaloso que recorre nada menos que 208 kilómetros hasta desembocar en el Mediterráneo. Su itinerario —Ripollès, Gironès, el Baix Empordà y otras comarcas gerundenses— atrae especialmente al público senderista, si bien puede navegarse en canoa.
La Ruta del Ter atraviesa bosques pirenaicos, campos de cultivo y pueblos históricos, con ascensos y descensos de dificultad variable. Muchas de sus etapas están integradas en la Red Natura 2000, lo que habla favorablemente de su biodiversidad. Con razón, es una travesía soñada para los aficionados al trekking.
Excursión en bici por la Ruta del Tren Petit
Con 12 kilómetros de ida y vuelta, la Ruta del Tren Petit conecta los municipios de Palamós y Palafrugell, siguiendo el mismo trayecto del extinto Carrilet o Tren Petit, acondicionado en 2009 para el paso de viandantes y bicicletas.
A través de la llanura del Aubi, esta excursión a la Costa Brava con niños recompensa a los viajeros con paisajes de postal (p. ej., las montañas de Gavarres y de Begur), sin mencionar las estampas típicas del Empordà. Como otras Vías Verdes, la del Tren Petit está magníficamente señalizada y cuenta con ramales que conducen a la playa de Castell.
Canotaje en las Islas Formigues
¿Piragüismo en un archipiélago desierto? Partiendo de Castell, la Fosca y otras playas cercanas, los entusiastas del kayaking pueden regalarse esta experiencia en cualquier época del año. Es un recorrido ameno y seguro, de 1,5 millas náuticas aprox.
En esta excursión, los participantes costean las Islas Formigues y el litoral de Palamós, saludando a sus principales puntos de interés (las calas de Corbs, Canyers, de Estreta, etcétera). También tienen la posibilidad de practicar esnórquel y buceo en el entorno de las Formigues. Y es que el canotaje y otras actividades acuáticas en la Costa Brava también son bienvenidas.
Caminata por los puentes del Valle de Núria
Disfrutable a pie o a pedal, los puentes históricos del Valle de Núria componen una ruta de menos de un kilómetro que, sin embargo, merece la pena por el encanto de su itinerario. Sus protagonistas, claro está, son los puentes de Mulleres, Sant Gil, Sant Ignasi y Eina: auténticas reliquias de época románica que acaparan todos los flashes. Esta ruta demuestra que el ecoturismo en la Costa Brava se beneficia del patrimonio arquitectónico de una región habitada desde el Paleolítico.
‘Coastering’ en la Cala Jonca
Otro de los planes originales en la Costa Brava es hacer coastering en la Cala Jonca. Esta actividad, relativamente nueva, combina el senderismo, el buceo, el cliff diving y otras disciplinas emocionantes. En la citada cala, que se sitúa cerca del puerto de Sant Feliu, esta experiencia se desarrolla con seguridad y puede complementarse con una visita a las cercanas calas Maset, l’Ametller y del Plex.